Aunque no lo parezca, nuestra piel sufre continuamente el “ataque” continuado de una infinidad de agentes externos que la dañan y de los que conviene protegerse de la manera adecuada. Puede que el verano quede lejos en los recuerdos de las vacaciones, pero todos esos días de sol, la playa y baños pueden habernos pasado más factura de la que creemos. Por eso, os damos unos consejos para cuidar la piel que seguro que agradecéis de cara a lucir vuestra mejor cara en la recta final del año.
Bebe mucha agua
Efectivamente, lo primero que necesitas hacer para lucir una piel tersa y suave es hidratarte y reponer en tu cuerpo lo que pierdes diariamente bebiendo una media de 2 a 3 litros diarios. El consumo de agua ayuda a que tu cuerpo funcione correctamente, lo que se traduce en una piel más lustrosa.
Haz ejercicio físico
Con el paso del tiempo, la elasticidad de tu piel se va perdiendo con la edad, por lo que es conveniente hacer ejercicio físico con cierta regularidad para recuperarla lo máximo posible. ¿Pero en qué afecta el ejercicio físico a mi piel? Cuando haces ejercicio, incrementas el flujo sanguíneo hacia la piel, lo que implica que esta reciba de manera óptima los nutrientes y vitaminas esenciales, además de tonificarla. Un buen ejemplo de ejercicio a realizar para cuidar la piel es el yoga.
Cepilla tu piel en seco
Puede que no lo sepas, pero cepillar tu piel en dirección al corazón (desde las manos hasta los hombros; desde los pies hasta la cadera) con un cepillo en seco te puede ayudar a eliminar esas células muertas que pueden hacer que tu piel luzca deslucida.
Usa exfoliantes a menudo
Al igual que al cepillar la piel, el uso de geles de ducha o masajes exfoliantes favorecen el proceso de renovación celular sin presentar un problema o peligro para la epidermis. Hay muchos tipos de exfoliantes en el mercado, destinados a muchos tipos distintos de pieles, por lo que es recomendable que hagas varias pruebas antes de dar con la crema o gel ideal para ti.
Hidrátate por fuera igual que te hidratas por dentro
Hidratar tu piel diariamente de manera correcta para mantener y/o incrementar los niveles de humedad te ayudará a mantenerla tersa y lustrosa. Aunque pueda parecer sencillo, cada tipo de piel tiene unas necesidades distintas atendiendo a factores como la edad o el ph. Consulta con tu farmacéutico cuál es la mejor opción para ti y no dejes nada al azar.
Estos son solo algunos consejos con los que podrás mejorar el aspecto de tu piel con solo empezar a aplicarlos, pero hay muchas más recomendaciones que puedes seguir, como dejar de fumar, tomar saunas periódicamente o usar protección solar al menor signo de sobreexposición. Con un poco de constancia lucirás una piel brillante como nunca antes. ¡Sin más hechizos ni conjuros que el cuidado diario!