Mima tu cara

Cada vez es más ajetreada la vida que llevamos la mayoría de los españoles. No nos queda un segundo para respirar entre el trabajo, la casa, las cuentas, la pareja, los hijos o las macotas. Y toda esta agitación queda reflejada en la piel de nuestra cara en forma de arrugas, manchas y falta de brillo.

Seguramente te preguntas qué hacer para todos estos factores no dejen huella en nuestras piel. Seamos sinceros, hoy en día muy pocos tenemos tiempo para ir al salón de belleza y las mejores cremas son tan caras que ni siquiera te planteas comprarlas.

Pues estás de enhorabuena porque a partir de esta semana, la solución estará en tus manos. Y es que utilizando ingredientes de tu propio hogar puedes revitalizar tu piel y realzar su belleza.

Hay que tener en cuenta que para que un tratamiento facial sea efectivo es fundamental conocer las características y el tipo de piel, ya sea seca, grasa o mixta. La reacción de cada una ante las mascarillas puede ser diferente.

Pero ¿Por qué se afecta mi piel?

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y su principal barrera contra agentes patógenos. La piel regula la temperatura corporal, protege las estructuras internas y proporciona sensaciones como el tacto y la presión. Una piel tersa y luminosa es señal de  salud, sin embargo, existen muchos factores internos y externos que pueden influir negativamente en su aspecto y correcto funcionamiento, como la exposición excesiva a la radiación solar, un uso excesivo de sustancias químicas como maquillajes o jabones, alcoholismo, tabaquismo o dieta desequilibrada y poco saludable.

Lo cierto es que la piel ha sido considerada símbolo de belleza por numerosas culturas. Hoy en día muchas compañías de cosméticos dedican sus esfuerzos a encontrar nuevas fórmulas que permitan rejuvenecer y proteger la piel. La forma más común de tratamiento de belleza son las mascarillas.

Pero tú no necesitas esas mascarillas costosas, utilizando productos naturales, en tu propio hogar puedes preparar las mejores mascarillas para tu rostro.

Por eso a continuación te proponemos algunas que podrás hacer de forma sencilla.

Mascarilla de miel y almendras

Para preparar el más exquisito exfoliante casero solo necesitas una cuchara sopera de miel y dos almendras. Tritura las almendras con el mortero hasta que den un polvo muy fino y mézclalo con la miel, luego añade una cucharadita de zumo de limón. Aplícalo suavemente en el rostro dándote masajes circulares y déjalo secar  durante 15 minutos. Enjuágate con agua tibia. Te sentirás rejuvenecida.

Mascarilla de miel de abejas

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Si quieres tener la piel tersa y suave aplica la miel uniformemente por todo tu rostro. Déjala durante quince minutos y luego retírala con agua fría.

Mascarilla de avena

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Con esta mascarilla obtendrás una piel suave. Deberás machacar bien media taza de avena y agregarle media cucharadita de miel de abejas, dos cucharadas de leche, dos gotas de aceite de geranio y dos gotas de aceite de manzanilla. Mezcla bien y aplica esta pasta con tus dedos mediante masajes circulares. Déjala por 15 minutos y retírala con agua tibia. Tu piel quedará tan suave como la de un bebé. Si quieres mejores resultados o tienes la piel grasa puedes añadirle a la mezcla 5 gotas de zumo de limón.

Mascarilla de Pepino

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Ya sabemos que el pepino es delicioso, fresco e ideal para una dieta balanceada, pero lo que seguro no te imaginas son los cambios que puede lograr en tu piel, sobre todo si has tomado demasiado sol en un día de playa. Pela un pepino y muélelo bien fino hasta obtener una pasta (no te olvides de guardar dos rodajitas para tus ojos), extiéndela por todo tu rostro y descansa por 15 minutos. Retira con abundante agua fría y veras tu piel fresca y humectada.

Mascarilla de Yogurt

Es verdad que las arrugas hablan de experiencia y madurez pero también lo es que a nadie le gustan. Con esta mascarilla las suavizarás de una manera notoria. Mezcla un vaso de yogurt natural con una cucharadita de semillas de hinojo y otra de hojas de la misma planta trituradas. Recuerda que la crema debe ser homogénea cuando la apliques en tu rostro. Déjala durante 20 minutos y retírala con agua tibia. Repítelo día a día y tu piel lo agradecerá.

Radiante también después del verano

Las vacaciones siempre nos marcan, y no solo por la cantidad de nuevas experiencias que vivimos, sino también por lo mucho que exponemos nuestro cuerpo a la radiación solar, a la sal del mar o al cloro de las piscinas. Pero, no te preocupes, porque aunque veas que tu piel está más reseca de lo que debería, que tu cabello luce sin vida o que tus uñas se han deteriorado, todo esto se puede solucionar. Lo importante es que comiences a tratar estos problemas cuanto antes.

Piel.

Luz Piel

La deshidratación de la piel, por la pérdida de humedad, es el principal problema que sufrimos tras las vacaciones. Por eso, a la vuelta de ellas y con el fin de que vuelva a su estado óptimo, debes darle un extra de hidratación y, para ello, lo más recomendable es que utilices crema hidratante todas las mañanas y bebas dos litros de agua al día. Además, si notas que tu piel ha perdido su textura aterciopelada, los aceites secos harán que vuelva a tener ese tacto.

Suele ocurrir, además, que aparecen manchas en nuestra piel y, aunque no son dolorosas, sí que resultan poco estéticas. El motivo de su aparición se debe a que, cuando la piel está expuesta al sol, produce melanina con el fin de protegerse y, en algunas zonas, produce más cantidad de la necesaria. De ahí las manchas. Para combatirlas, lo más recomendable es que aumentes en tu dieta la ingesta de alimentos ricos en vitaminas C y E o de zinc.

Cabello.

Luz Cabello

Otra parte del cuerpo que también se resiente tras el verano es el cabello, sobre todo si lo tienes seco o lo llevas teñido. Lo más recomendable es que, finalizadas ya tus vacaciones, acudas a un centro de estética para que te hagan un tratamiento reparador, pero si prefieres tratarlo en casa, con utilizar mascarilla hidratante una vez por semana y sérum tras cada cepillado, notarás tu pelo más hidratado, suave y saludable.

Uñas.

Luz Un~as

Como tu piel y tu cabello, tus uñas tampoco se salvan de los efectos secundarios del verano. La época estival es el momento del año en el que más nos gusta recurrir a la manicura y la pedicura, y esto, junto a la exposición al sol, la sal del mar y el cloro de las piscinas pueden provocar que se sequen en exceso. Por eso es necesario hidratarlas con aceites naturales y evitar la acetona de los productos quitaesmalte.

Cuida de tu piel, cuida de ti

 

Aunque no lo parezca, nuestra piel sufre continuamente el “ataque” continuado de una infinidad de agentes externos que la dañan y de los que conviene protegerse de la manera adecuada. Puede que el verano quede lejos en los recuerdos de las vacaciones, pero todos esos días de sol, la playa y baños pueden habernos pasado más factura de la que creemos. Por eso, os damos unos consejos para cuidar la piel que seguro que agradecéis de cara a lucir vuestra mejor cara en la recta final del año.

Bebe mucha agua

Efectivamente, lo primero que necesitas hacer para lucir una piel tersa y suave es hidratarte y reponer en tu cuerpo lo que pierdes diariamente bebiendo una media de 2 a 3 litros diarios. El consumo de agua ayuda a que tu cuerpo funcione correctamente, lo que se traduce en una piel más lustrosa.

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Haz ejercicio físico

Con el paso del tiempo, la elasticidad de tu piel se va perdiendo con la edad, por lo que es conveniente hacer ejercicio físico con cierta regularidad para recuperarla lo máximo posible. ¿Pero en qué afecta el ejercicio físico a mi piel? Cuando haces ejercicio, incrementas el flujo sanguíneo hacia la piel, lo que implica que esta reciba de manera óptima los nutrientes y vitaminas esenciales, además de tonificarla. Un buen ejemplo de ejercicio a realizar para cuidar la piel es el yoga.

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Cepilla tu piel en seco

Puede que no lo sepas, pero cepillar tu piel en dirección al corazón (desde las manos hasta los hombros; desde los pies hasta la cadera) con un cepillo en seco te puede ayudar a eliminar esas células muertas que pueden hacer que tu piel luzca deslucida.

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Usa exfoliantes a menudo

Al igual que al cepillar la piel, el uso de geles de ducha o masajes exfoliantes favorecen el proceso de renovación celular sin presentar un problema o peligro para la epidermis. Hay muchos tipos de exfoliantes en el mercado, destinados a muchos tipos distintos de pieles, por lo que es recomendable que hagas varias pruebas antes de dar con la crema o gel ideal para ti.

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Hidrátate por fuera igual que te hidratas por dentro

Hidratar tu piel diariamente de manera correcta para mantener y/o incrementar los niveles de humedad te ayudará a mantenerla tersa y lustrosa. Aunque pueda parecer sencillo, cada tipo de piel tiene unas necesidades distintas atendiendo a factores como la edad o el ph. Consulta con tu farmacéutico cuál es la mejor opción para ti y no dejes nada al azar.

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Estos son solo algunos consejos con los que podrás mejorar el aspecto de tu piel con solo empezar a aplicarlos, pero hay muchas más recomendaciones que puedes seguir, como dejar de fumar, tomar saunas periódicamente o usar protección solar al menor signo de sobreexposición. Con un poco de constancia lucirás una piel brillante como nunca antes. ¡Sin más hechizos ni conjuros que el cuidado diario!