¿Conoces alguna forma de mantener tu casa algo más fresca en verano? No, la respuesta “bajando la temperatura del aire acondicionado” no vale, claro. Para quienes no tienen, para quienes no aguantan tenerlo encendido desde que se levantan hasta que se acuestan o para quienes sencillamente no quieren tener una factura de electricidad disparada, aquí traigo una serie de prácticos consejos que contribuirán a que nos libremos de algún que otro sofoco en nuestro hogar.
Empieza el día y empieza por ventilar la casa. ¿La regla? Cuanto más temprano mejor. En condiciones normales debemos hacerlo a las horas más frescas del día, especialmente al amanecer, nunca más tarde de las 9 de la mañana. Porque según en dónde vivas, en verano y ya a esa hora, el sol empieza a apretar. Así que en cuanto te levantes, que corra el aire. Deja puertas y ventanas abiertas para que se establezcan corrientes.
Sí, corriente. Un término que los arquitectos en sostenibilidad llaman “ventilación cruzada”. O lo que es lo mismo, abrir la puerta de entrada y la del patio interior o ventana de la habitación que dé a ese patio para facilitar el intercambio de aire caliente y frío, los dos polos opuestos de la casa.
Una vez ventilada la casa, para evitar que el calor y el aire caliente se instalen en nuestro hogar, se deben cerrar persianas, ventanas y cortinas para aislarlos de las altas temperaturas. Y si tienes toldos, bájalos también. ¿Sabías que con estas acciones tan simples se puede llegar a disminuir la temperatura en casi seis grados?
Al igual que cuando llega el calor te cambias de ropa y usas colores y tejidos más frescos, sustituir o quitar algunos de los textiles de tu casa también ayuda a reducir la sensación térmica. Así que aquí la primera recomendación es fuera alfombras. Cuando lo hagas, aprovecha la oportunidad para hacer una buena limpieza del suelo, barrerlo bien y fregarlo después con productos Las 3 Brujas, según sea el tipo de superficie que tengas en tu hogar: si es parquet o suelo laminado, el limpiador concentrado Madera; para cualquier otra superficie puedes emplear el limpiador concentrado o el limpiahogar desinfectante Limpiazul.
También es una buena medida para refrescar la casa fregar sus suelos por la mañana, incluidos los de terrazas y balcones si los tienes, especialmente si son cerámicos o duros. Es otra forma efectiva de bajar la temperatura.
En cuanto a los tejidos: si tienes cortinas pesadas, lo mejor será retirarlas en cuanto aparezca el calor intenso. Deja solo visillos finitos y de colores blancos o muy claros. Los mismos colores que deben vestir tus cojines y tapicerías. Incluso también puedes emplear los de motivos florales. Dan más ligereza a todo, menor sensación de calor y se calientan menos. ¡Ah, y algo tan simple como poner en tu cama unas sábanas de algodón verás cómo mejora tu descanso por la noche!
Ya que hablo de vestir la casa, un recurso algo menos conocido pero también interesante que además de decorar refresca, es poner más plantas de interior. El Aloe Vera, Lazo de Amor, Ficus, Sansevieria y Helecho de Boston, no dudes que reducen la temperatura, purifican y humidifican las habitaciones y los ambientes donde las tengas puestas.
Otro consejo consiste en cerrar durante el día las puertas de aquellas habitaciones que no se usan y aquellas en las que el sol tiene un impacto directo. Evitarás también que se “desperdicie” por ellas el aire que circula por el resto de la casa.
Y podrá parecerte algo banal, pero poniendo la lavadora y el lavavajillas durante la noche evitarás sumar el calor que generan al de las horas más calientes del día. Una alternativa por si producen ruidos molestos en horas de descanso es planteárselo al contrario: dejar que hagan sus tareas por la mañana y cerrar la puerta de la cocina para impedir que el aire caliente que generan pase al resto de la casa.
Por último, si has logrado llegar más o menos a salvo a la noche, será el momento de abrir todo de nuevo y de dejar que se refresquen todas las estancias de la casa en las que se ha acumulado el calor durante el día.
Bueno, ya ves que aunque aprieten las temperaturas, siempre hay recursos para hacerte los días de verano más llevaderos. Y yo estoy aquí como siempre para encontrar soluciones y traértelas. Síguelas y no dejes que el calor te derrote.