La miel directamente de una colmena está llena de notas de sabor únicas basadas en su ubicación y temporada. Con un poco de información, todas estas variaciones delicadas se pueden apreciar con el mismo respeto y admiración que la degustación de vino.
La miel genérica no es rival para los sabores de las mieles locales directamente de la colmena que capturan el espíritu de un determinado momento y lugar.
Si probaras la miel de una colmena en un sitio específico, sabría diferente a la miel de una colmena cerca de la playa o una colmena al otro lado del mundo. La miel expresa muchas características que incluyen color, textura, viscosidad, sabor, olor y la rapidez con que cristaliza. Estas características varían según las plantas de las cuales las abejas de la colmena han estado recolectando néctar.
Las flores producen un líquido llamado néctar como un medio para atraer todo tipo de insectos con el fin de llegar al proceso de polinización. A medida que los insectos buscan el néctar en la flor, el polen pegajoso de la flor se atrapa en sus cuerpos y se transfiere al estigma de la flor. La reunión del polen de las flores y su estigma inicia el proceso de polinización o fertilización, permitiendo que la planta produzca semillas para su próxima generación.
La miel está hecha principalmente por insectos de la especie Apis mellifera, conocida con cariño por todos como abejas melíferas. (Los abejorros y algunas avispas también hacen miel, aunque no almacenan grandes cantidades como hacen las abejas.) Las abejas comen el néctar directamente de la flor, pero también traen el néctar y el polen a la colmena, donde el polen es rico en proteínas, se almacena como pan de abejas y se alimenta a la cría de la colmena, y el néctar de alta energía se almacena como miel para los momentos en que el clima no es el adecuado para la alimentación, como los duros meses de invierno, las estaciones lluviosas y los tiempos de sequía.
Las abejas domésticas avivan las celdas colmenas llenas con sus alas para llevar el contenido de agua por debajo del 18%, momento en el cual la celda está cubierta con cera y su contenido se considera miel. Esta miel permanece virgen y sin fermentar durante años… ¡incluso se ha descubierto que las tumbas egipcias antiguas contienen miel virgen!
El lugar donde las abejas obtienen su néctar y polen depende de la temporada y de las plantas florecientes disponibles en el área. Todo esto contribuye al sabor de la miel, así como a su color y textura. Por eso existen varios tipos de miel: miel de eucalipto, miel de trébol, miel de salvia, miel de lavanda, miel de romero…
Y es como todo, para gusto, colores. Así que date tu tiempo para probarlas todas y escoger la que mejor va contigo. Porque podrás usarla en bebidas, cócteles y una variedad de platos infinitos: pollo a la miel, berenjenas asadas con miel, ensalada con aliño de miel y mostaza, fideos asiáticas con cerdo a la miel….