Ya llevas días pensándolo, así que FIN.
Porque el verano también se acaba, estás empezando a coger el ritmo de la rutina y con él el fin de las excusas, es el momento de ponerte a pensar en retomar tu ejercicio físico. Porque cuerpo (más o menos) sano, conlleva una mente (más o menos) sana. Cada uno con lo suyo.
Así que para que te de menos pereza te traemos opciones para ponerte en forma y empezar a moverte con ganas.
Ponerse en forma no es solo algo que haces, junto con una dieta, para perder peso, no. Es entrenar regularmente para poder mantener nuestra libertad de movimiento, evitar lesiones, fortalecer huesos y que también te ayudará a mantener una buena salud y el físico que deseas. Aunque a veces se sienta como que vas a desfallecer de cansancio en cualquier momento.
Así que, hemos recopilado algunas ideas y rutinas de ejercicios para ayudarte en tu camino.
Estas recomendaciones te ayudarán a desarrollar una rutina de ejercicios y un plan de actividades. Lo ideal es elegir algo que te guste hacer y dejarte llevar en cada paso del camino.
Después de leer estas opciones de entrenamiento, valora llevar un diario para explorar tus hábitos, deseos y metas que quieres conseguir poniéndote en forma.
En primer lugar, empieza por ampliar tu definición de ejercicio: no necesitas correr, sudar o gruñir; ¡cualquier oportunidad de participar en una actividad cuenta como ejercicio!
Si te siente incómodo yendo a un gimnasio, una caminata de 10 minutos, dos veces por semana, es un excelente primer paso hacia una mejor forma física. Si lo disfrutas (y puedes permitírtelo), cuenta con un un masaje de vez en cuando para relajar los músculos. Además, si tienes acceso a internet puedes comprar o ver gratuitamente rutinas de ejercicios para principiantes. Hay para todos los gustos así que no te desanimes. Otra gran idea para hacer ejercicio es la jardinería, una forma subestimada de reducción del estrés y que te hace hacer ejercicio.
Ponte en contacto con tu físico en un jacuzzi o sauna después de una ducha fría, o simplemente hazte un baño de burbujas. También puedes intentar un poco de estiramiento suave, poco a poco ir estirando esos músculos que llevan unos días (o meses) estresados, te lo van a agradecer. Un tratamiento facial es otra buena forma de reconectar tu ser físico y mental.
Si ya te sientes más a tope con el deporte, piensa en algo como karate, una clase de baile o jugar a los bolos. Disfruta de las actividades que elijas, pero no te obligues a continuar con ellas más de lo que te apetezca; hay que escuchar a nuestro cuerpo y lo más importante: seguir motivados. Recuerda que tu objetivo es mantenerte más saludable y en forma cuidándote y reduciendo el estrés.
Si no, siempre te quedará reunir a tus amigas y amigos y practicar algún deporte en grupo, siempre respetando distancia de seguridad. Podéis probar con una clase de yoga.
Muchas personas que no son deportistas natos aman los deportes de equipo debido a la combinación de ejercicio e interacción social.
Así que, fin de las excusas y ¡a hacer deporte!