Ahora la oficina es tu casa y de la gestión de esa flexibilidad a la hora de organizarte depende que trabajar desde tu hogar sea un éxito o un fracaso.
Para muchos sectores esta estructura laboral es más eficiente que la física. Lo que indica que para según qué casos el teletrabajo ha venido para quedarse.
Si tú eres una de esas personas que se tiene que ir acostumbrando al trabajo a distancia, aquí van 5 consejos para que trabajar desde casa sea una opción llena de productividad y cosas positivas y no un infierno que arde a base de procrastinación.
- El entorno es demasiado importante así que, dale importancia.
El confinamiento repentino supuso un golpe a la rutina de trabajo tradicional a la que nos habíamos acostumbrado.
El teletrabajo comenzó en muchos casos sin previo aviso y esto llevó a la improvisación.
Tener un lugar tranquilo dentro de la casa desde el que trabajar es clave. Y aunque no siempre es posible hay que intentar conquistar el sitio de la casa más adecuado.
Ese rincón que tiene la mejor luz y está un poco más apartado. Ese en el que puedas colocar un escritorio y una silla cómoda. Ese lugar, es tu lugar.
2. Planifica tu jornada laboral en la medida de lo posible.
Mantener la rutina es fundamental si quieres tener un buen ritmo de trabajo.
Planificar la jornada supone tener el control sobre el tiempo y esto es clave para mantener los niveles de estrés en su sitio y que no se disparen.
Encargos, tiempos límite para entregas, reuniones… Todo esto puede planificarse, al menos todo lo que tenga que ver contigo y no dependa de terceras personas. Y aunque así sea, aunque tu jornada laboral no dependa de ti, intenta darle bloques de tiempo a los trabajos pendientes.
3. Para, haz pequeños descansos y respira.
Tener el trabajo y el descanso bajo un mismo techo tiene sus complicaciones. Cuesta desconectar.
Por eso, intenta hacer más pausas aunque sean de menos tiempo.
Levántate de la silla y anda hasta la cocina a por agua, asómate cinco minutos por la ventana, camina por el salón para estirar las piernas.
Todas estas pequeñas pausas ayudan a que tu cerebro se relaje y sea más productivo.
Incluye estas pausas en tu planificación diaria y todo irá mucho más rodado.
4. No te aísles y sigue trabajando en equipo.
La tecnología nos ha traído hasta aquí. El teletrabajo es posible simple y llanamente porque la tecnología hace posible que los trabajadores sigamos conectados entre nosotros.
No te metas en una burbuja. Las reuniones con el resto de compañeros además de para hablar de trabajo, son para saber que ese trabajo no lo haces solo.
Hay más gente a tu alrededor aunque no estén cerca.
5. Quinto y último consejo.
No trabajes en pijama.
Y sí, vestirse de cintura para arriba es trabajar en pijama.
Teletrabajar es otra forma más de trabajo a la que hay que acostumbrarse. Tiene inconvenientes, sí, pero también posibilidades infinitas de mejorar la relación que tenemos con una parte fundamental de la vida.