Es como una escena de una película de terror de bajo presupuesto: los árboles están floreciendo, la hierba está creciendo… ¡y los zombis con nariz mocosa están invadiendo el planeta! Las alergias estacionales están aquí, pero si eres una de las multitudes olfativas, es posible que hayas notado que la «temporada de alergias» puede durar la mayor parte del año (y que los síntomas pueden estallar justo antes de su período álgido).
Por eso os traemos algunos tips para evitar esas alergias y aliviar los síntomas, así lo de ir a la farmacia lo tendremos siempre como última opción.
Los síntomas suelen aparecer a principios de febrero, cuando los árboles empiezan a florecer. Si en este momento, ya empiezas a notarlo, no estás tan bien.
Lávate el pelo preferiblemente por la noche para aclarar el polen que se queda en él.
Relájate. En un estudio, los enfermos de alergia estacional (fiebre del heno) tuvieron una reacción más extrema el día después de hacer algo estresante, como dar un discurso ya que el estrés eleva los niveles de la hormona cortisol.
Unos pocos minutos de meditación o un baño en la bañera deberían ayudar.
Mantén tu nariz limpia porque tu nariz es como el parabrisas de un automóvil: el polen se adhiere a ella así que puedes probar con un enjuague sinusal salino, que puedes encontrar en cualquier farmacia.
Los ácaros del polvo prosperan en hogares más calurosos y con una humedad superior al 50 por ciento. Comprueba así, que la temperatura del hogar tiene que tener en cuenta estas condiciones.
Para combatir los ácaros del polvo, busca fundas para colchones y almohadas en tiendas. También puedes probar lavando tus sábanas y fundas de almohada semanalmente en agua muy caliente.
Olvídate de la alfombra ya que atrapa mucho polvo y ácaros.
Peina todos los días a tu mascota, preferiblemente afuera, con un peine sumergido en agua destilada, que atrapa la caspa.
Y un baño semanal (con mayor frecuencia secará su piel, empeorando el problema de la caspa) es imprescindible.
Vacúnate. La inmunoterapia tiene una tasa de efectividad de aproximadamente el 85% en la disminución de los síntomas alérgicos, incluidos los desencadenados por las proteínas animales. Si eres de los que “no pueden más” esta es tu solución.
Necesitarás vacunas de mantenimiento aproximadamente una vez al mes durante tres a cinco años.
Y por último, si no es un caso tan serio siempre puedes ir al médico y que te recete antiestamínicos para esos momentos puntuales. Porque la primavera es para disfrutarla, aunque a veces tenga que ser con un pañuelo en la nariz y una mascarilla.