Después de varias semanas de confinamiento y de distanciamiento social, de pasar la mayor parte del día adentro, nos preguntamos por qué nuestra piel no brilla tanto como lo hacía habitualmente. Tal vez nos cuestionemos si al quedarnos en casa, al no entrar en contacto con la contaminación ni la luz del sol, ni siquiera usar maquillaje, debería estar mejor que nunca, ¿no? Entonces, ¿por qué mi piel se está volviendo loca?
Para ayudar a rejuvenecer nuestra piel de la cara y de las manos, resumimos los consejos en cuidado para saber cómo cuidarla desde casa, ya que hay muchas posibilidades de tratamientos.
En general, la mejor manera de ayudar a nuestra piel en este momento es mediante la hidratación, especialmente cuando todos nos lavamos las manos con mucha más frecuencia.
Para recuperar la hidratación de tu piel, puedes seguir usando tu loción de siempre o usar algunos alimentos básicos del hogar como el aceite de oliva, aceite de coco o miel, ya que contienen elementos hidratantes y propiedades antimicrobianas naturales. Puedes aplicar un poco de aceite de oliva en manos y pies, y después cubrirte con guantes y calcetines durante 15-20 minutos todos los días. Además, en lugar de una sola crema, puedes incorporar un suero o dos, un tónico hidratante y un aceite facial. Las capas de hidratación mantendrán la piel con varias capas e hidratada.
Aunque es posible que no esté expuesta a los elementos externos como de costumbre o que usemos maquillaje con menos frecuencia (si es que lo hacemos), sigue siendo muy importante lavarse la cara a diario. Además, debe exfoliarse hasta tres veces por semana para asegurarnos de que no se acumulen aceites, escombros, bacterias ni piel muerta, ya que todo esto puede provocar brotes.
El estrés adicional que podemos experimentar en este momento, puede hacer que nuestra piel reaccione y cambie de manera inesperada. Esto no significa que nuestra piel esté mal, solo significa que nuestro cuerpo está enviando un mensaje de que puede estar bajo estrés y tendremos que gestionarlo para evitar una mayor inflamación, que puede provocar enfermedades. Factores como la deshidratación, el aumento de la ingesta de cafeína, la falta de vitamina D, los cambios en la nutrición y los patrones de sueño pueden afectar lo que le sucede a nuestra piel y eso puede provocar un cambio en la capacidad de nuestro sistema inmunológico para regular y desintoxicar, creando inflamación en el cuerpo.
Para ayudar a rejuvenecer nuestra piel, debemos regular nuestra rutina, dormir de manera constante y adecuada y beber más agua. Además, es muy beneficioso comer frutas y verduras ricas en vitamina D y antioxidantes, como setas, arándanos y espinacas.
Y por último, por mucho que amemos las duchas largas y calientes y los jabones jabonosos, en realidad estos factores nos quitan la fina capa natural de aceite de nuestra piel. Debemos hacer duchas más cortas y tibias, buscar un limpiador suave a base de loción y usar aceite hidratante para el cuerpo inmediatamente después. Además, deberíamos buscar componentes clave como la caléndula, la manteca de karité, el aceite de semilla de girasol y la borraja al comprar productos para la ducha.
¡A ponerlo en práctica!