Superada ya la cuesta de enero, y cobrada ya tu nómina de febrero, es momento de empezar a tomar decisiones que te ahorren el “sufrimiento” económico que padeces cada comienzo de año. Estoy hablando de empezar a tener hábitos de ahorro que te ayuden a mejorar tu salud financiera. Pero permíteme decirte que el hecho de que te conviertas en un/a buen/a ahorrador/a no depende de ningún truco mágico (como los míos) o técnica especial, es algo que solo depende de tu voluntad. Si realmente quieres ahorrar, ahorrarás.
Analiza y clasifica tus ingresos y gastos.
Lo primero que debes hacer es desempolvar y limpiar la calculadora, para ello, como no podía ser de otra forma, te recomiendo el Multiusos de Las 3 Brujas. Ahora piensa en todos tus ingresos mensuales (nómina, rentas…), súmalos y apunta el resultado. A continuación revisa tus gastos. Con el fin de que esta revisión sea concienzuda, registra y clasifica los gastos que tienes durante un mes, desde la barra de pan que compras a diario, hasta esos regalos que de vez en cuando te das. Gracias a esto podrás identificar fácilmente qué gastos son imprescindibles y qué gastos son prescindibles. Ahora suma todos tus gastos y el resultado réstaselo al de tus ingresos. ¿Te gustaría que esta cantidad fuera mayor? Por favor, sigue leyendo.
Reduce gastos.
Considerando la cantidad de gastos que tienes al mes, ahora intenta identificar cuáles son imprescindibles y cuáles prescindibles. Normalmente estos últimos son aquellos que responden a un impulso de satisfacción inmediata. Intenta evitarlos. Pues bien, una vez diferenciados estos gastos, debes darle prioridad a los que son imprescindibles para tu vida y rechazar los que no lo son. De esta forma, harás más factible el ahorro.
Un gasto mensual importante es el que supone tu vivienda. Debes saber que con pequeñas acciones puedes reducir enormemente tus facturas como, por ejemplo, con una iluminación planificada, evitando dejar dispositivos conectados 24 horas, lavando a carga completa o instalando electrodomésticos eficientes y ecológicos.
Compra bien.
A la hora de darle salida a tu dinero debes ser, cuando menos, cuidadoso/a. Procura comparar precios, buscar ofertas y preguntar a tus familiares y amigos acerca de sus hábitos de consumo y ahorro (quizá ellos te inspiren). También debes saber que las compras online suelen tener grandes descuentos.
Y como te decía antes, evita las compras por impulso. Esto te lo digo por dos motivos, el primero es que rara vez necesitas lo que compras y el segundo es porque son el peor enemigo del ahorro.
Fija un porcentaje de ingresos para el ahorro.
Según tengo entendido, los expertos en finanzas recomiendan destinar al ahorro, al menos, un 10% de los ingresos. Una vez elijas esta cantidad de ahorro, te aconsejo que consideres dicha cantidad como un gasto mensual imprescindible de tus ingresos.
Resulta muy útil marcarse metas de ahorro, al principio fácilmente alcanzables, después, cuando ya te sientas cómodo/a con tu forma de ahorrar, más ambiciosas.