Aparca el coche

El día mundial sin coches (World Carfree Day) se celebra todos los años el 22 de septiembre. En los últimos años, ha cobrado importancia ciudadana y se ha extendido por diferentes lugares del mundo. La gente de todo el mundo se reúne en las calles e intersecciones, y los bloques de vecinos se juntan debajo de casa para disfrutar de las actividades que se llevan a cabo durante ese día.

En 1974 algunos gobiernos europeos ya tuvieron la idea de celebrar un día sin coches ante la crisis energética que sufrían. La experiencia no volvió a repetirse hasta mediados de los años ochenta, por iniciativa de las organizaciones ecologistas.

El domingo 20 de septiembre de 1987 se celebró en toda Europa y con el patrocinio de la entonces Comunidad Europea una jornada sin coches. En Barcelona fueron los Amigos de la Bicicleta el grupo más activo, mientras que en Madrid las organizaciones ecologistas AEDENAT y COMADEN (ahora integradas en Ecologistas en Acción) se juntaron con Pedalibre para promover un «Pleno sin coches» en las puertas del Ayuntamiento; los concejales de los distintos grupos políticos fueron invitados a participar acudiendo al consistorio en medios de transporte alternativos y a suscribir una declaración de apoyo al objetivo de la jornada: solo acudió un concejal.

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La última oleada de iniciativas surge en la recta final de los noventa y se dirige especialmente a las jornadas cruciales para el tráfico: los días laborables. Los promotores principales son las instituciones europeas y los gobiernos de varios países, aunque también existen aisladas pero valiosas aportaciones de movimientos sociales. Se refleja así el cambio en el discurso dominante sobre la movilidad urbana; un cambio que se había venido produciendo desde el inicio de la década a través de diversos documentos oficiales, los cuales alertaban sobre los problemas ambientales del automóvil y sobre la necesidad de cambiar las políticas de tráfico en las ciudades.

El principal objetivo de este día es potenciar el transporte público como medio alternativo y concienciar a los ciudadanos de los efectos de los automóviles tienen sobre el medio ambiente.

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¿Funciona de verdad el día sin coches?

Ojalá pudiésemos decir que este día ayuda enormemente al medio ambiente pero lo cierto es que no acaba de ser útil del todo. Y es que en muchos lugares lo que conlleva este día es que la posibilidad de trayectos se vea reducida y por tanto la posibilidad de atascos incremente enormemente.

 

Si de verdad queremos ayudar al planeta, dejemos a un lado los “días de” y comencemos a utilizar más el transporte público o incluso nuestras piernas, que ¡para eso las tenemos!