Tanto en verano como en invierno, las rebajas tienen una cita con nuestros ahorros. Todos creemos en las rebajas, las esperamos con ansias, incluso a veces ahorramos durante el resto del año para poder aprovecharlas aún más. Porque siempre esperamos ahorrar aprovechando las rebajas, pero la realidad es que estas son un invento comercial de hace menos años de los que creemos.
Se remontan a finales de los años 20, nacieron en Estados Unidos cuando un grupo de empresas pequeñas como Bloomingdale’s, Filene’s o F&R Lazarus unieron fuerzas para crear lo que se conoce como «Federated Department Stores Inc”, una asociación de estas empresas basada en encontrar herramientas para hacer crecer a estos comercios.
Freud Lazarus dirigía esta asociación cuando a principios de la década de 1930, introdujo las primeras líneas de crédito a los clientes de sus empresas para potenciar el consumo de sus productos. En ese momento tuvo origen la expresión «compra ahora y paga después» que se sigue usando a día de hoy.
Después de esta técnica, llegarían las rebajas con el propósito de deshacerse de todos los productos y artículos que no habían conseguido vender durante la temporada y que, al final, solo ocupaban espacio en el almacén y cogían polvo mientras pasaban de moda. Así pues, los comercios vieron que era más rentable venderlos a un menor precio que no venderlos.
Esta idea revolucionaria de las rebajas se extendió muy rápido por todo el país e incluso comenzó a aplicarse a los productos temáticos como los que se vendían durante los días previos a Navidad, para aumentar las ventas. En 1939, el presidente Roosevelt fue convencido por la asociación para que trajera el Día de Acción de Gracias una semana antes, ya que así habría más tiempo para las compras navideñas. Porque en Estados Unidos el Día de Acción de Gracias marca el inicio de las compras navideñas (jo, jo, jo)
En España, algunos dicen que las rebajas en nuestro país surgieron a mediados 1950 debido a la competencia entre Galerías Preciados y El Corte Inglés, lo cierto es que su origen está estrechamente vinculado al de las ventas estadounidenses, ya que tanto Pepín Fernández, fundador de Galerías Preciados, como César Rodríguez y Ramón Areces, de El Corte Inglés, habían trabajado en los Almacenes El Encanto en La Habana, donde aprendieron sobre prácticas comerciales que también se aplicaron en Estados Unidos.
Así, a principios de 1940, Pepín Fernández hizo las primeras rebajas en Sederías Carretas, predecesora de Galerías Preciados, que “casualmente”
se parecían muchísimo en imagen y organización a las de los Almacenes El Encanto (La Habana), una práctica que también imita rápidamente El Corte Inglés y que con el tiempo se extiende al resto de tiendas de nuestro país.
Sin embargo, no debemos pensar que las rebajas eran las mismas antes y ahora. Al principio, eran más como descuentos para minimizar las pérdidas del género que no se había vendido, pero poco a poco se convirtieron en un gran reclamo para el consumidor. Ahora, son una estrategia comercial que representa una parte muy importante del volumen de ventas anual de todas las tiendas.
Algunos consejos para que no se nos vayan de las manos pueden ser: intentar comprar solo lo que realmente necesitamos, mirar que los descuentos estén bien aplicado y que la rebaja sea real no sobre un precio inflado y, por supuesto, ¡no, por ahí no, que eso es de nueva temporada!