¿Te ha vuelto a pillar el toro de cara al verano? ¿No tienes tiempo que dedicarle al deporte debido a tu estilo de vida? Pues es hora de solucionar eso. Para todos aquellos que no tienen un gimnasio cerca o que simplemente no desean salir de casa para entrenar por la razón que sea, hay maneras de mejorar la forma física de manera práctica y económica sin necesidad de salir de nuestro hogar. Eso sí, aquí no hay magia, truco ni cartón: hacer deporte por cuenta propia requiere de constancia y esfuerzo, además de dedicarle un tiempo de, al menos, tres veces por semana.
Calentamiento
Antes de empezar con los ejercicios, es indispensable calentar bien los músculos para evitar lesiones. Recuerda que, al no tener ningún tipo de supervisión por parte de un monitor, esta fase del entrenamiento adquirirá una importancia mucho mayor. Para empezar, realizar unos diez minutos de carrera en el sitio, alternando elevación de rodillas al pecho y talones hacia los glúteos. Puede que al principio te cueste más, así que no pasa nada por descansar entre medio unos pocos segundos sin dejar de marchar en el lugar. Puedes sustituir este calentamiento por diez minutos de bici o cinta estática, si tienes una en casa.
Rutina de ejercicios
Flexiones de brazos: tres series de doce repeticiones cada una. Recuerda separar las manos del ancho de los hombros y que queden alineadas con éstos. Si resulta muy difícil, puedes apoyar las rodillas en el piso para ejecutar el ejercicio. No te preocupes, pues verás que, con el tiempo, cada vez te cuesta menos.
Sentadillas: tres series de diez repeticiones cada una. Te recomendamos que pongas una silla delante de ti como apoyo en caso de que seas principiante. Los pies deben estar separados del ancho de la cadera y debemos bajar el trasero procurando que la rodilla nunca pase de la punta del pie. Si ya tienes experiencia puedes hacer el ejercicios con barra u otro peso a sujetar con los brazos delante del pecho. Puedes aumentar el efecto de este ejercicio saltando cada vez que te eleves.
Fondos de tríceps: tres series de doce repeticiones. Con ayuda de una silla o un banco, apoya las manos y distancia los pies para bajar la cadera mientras flexionas los codos y los llevas hacia atrás. Si ya tienes experiencia, puedes colocar los pies en otro banco de la misma altura y desde allí ejecutar el ejercicio.
Zancadas con piernas alternadas: dos series de catorce repeticiones. Pese a ser uno de los ejercicios más fáciles de realizar, recuerda que la rodilla flexionada no debe pasar la punta del pie.
Bicicleta: dos series de veinte repeticiones. Para realizar este ejercicio centrado en el abdomen, nos acostaremos en el suelo sobre una esterilla y levantaremos el torso sin forzar el cuello e intentar unir simultáneamente codo con rodilla contraria, simulando un movimiento de pedaleo constante con las piernas.