En 2012, las Naciones Unidas (ONU) declararon el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad. Reconociendo la relevancia de la felicidad y el bienestar como objetivos y aspiraciones universales en la vida de los seres humanos en todo el mundo y la importancia de su reconocimiento en los objetivos de política pública.
Y en estos días, más que nunca, debemos intentar sacar lo mejor de nosotros e intentar contagiar a los nuestros del máximo buen rollo.
La ONU reconoció la necesidad de un enfoque más inclusivo, equitativo y equilibrado del crecimiento económico que promueva el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los pueblos.
La iniciativa para declarar un día de felicidad vino de Bután, un país cuyos ciudadanos son considerados como algunas de las personas más felices del mundo. El Reino del Himalaya ha defendido una medida alternativa de prosperidad nacional y social, llamada Índice de Felicidad Nacional Bruto (GNH). El GNH rechaza el uso exclusivo de la riqueza económica y material como un indicador de desarrollo, y en su lugar adopta una perspectiva más holística, donde el bienestar espiritual de los ciudadanos y las comunidades tiene tanta importancia como su bienestar material.
El día reconoce que la felicidad es un objetivo humano fundamental y hace un llamamiento a los países para que aborden las políticas públicas de manera que mejoren el bienestar de todos los pueblos.
Al designar un día especial para la felicidad, la ONU tiene como objetivo centrar la atención mundial en la idea de que el crecimiento económico debe ser inclusivo, equitativo y equilibrado, de modo que promueva el desarrollo sostenible y alivie la pobreza. Además, la ONU reconoce que para alcanzar la felicidad global, el desarrollo económico debe ir acompañado de un bienestar social y ambiental.
La felicidad es un asunto serio. Aquí van unas pautas para que hoy celebres este día y lo hagas de la mejor manera:
Despiértate y prométete a ti mismo «Hoy intentaré crear más felicidad y menos infelicidad en el mundo que me rodea».
Participa en un evento del día de la felicidad, busca cuál ocurre en tu ciudad y apúntate para compartirla.
Únete a las iniciativas sociales: aplaude a los médicos, médicas, enfermeros, enfermeras, todas las personas relacionadas con la sanidad que están contribuyendo a controlar esto.
Crea algo relacionado con la felicidad, algún tipo de arte: un póster, un collage, una canción, un baile… Y súbelo a las redes sociales para compartirlo con los demás.
Apúntate a algún voluntariado en el que creas.
Promueva la felicidad en tu lugar de trabajo, tus compañeros te lo agradecerán.
Sonríe más, te sentirás mejor.
Y ponte como meta cuidar tu salud mental. Mejorar es un proceso que requiere pensamiento, orientación y atención experta.
Haz una lista de cosas por las que estás agradecido para conseguir un impacto positivo en tu estado de ánimo y nivel de felicidad.
Así, ya no te quedarán excusas para no celebrar este día tan especial, aunque sea en casa y siempre tendrás ideas para compartirlo con las personas que más feliz te hagan, ya sea por videoconferencia o por mensaje.