Seguro que si echáis la vista atrás, más de uno recordaréis cuándo fue la primera vez que probasteis la cerveza. Y seguro que, a la gran mayoría de vosotros, a pesar de que no os gustase, a día de hoy la consumís en más abundancia incluso que el agua.
En el post de esta semana celebramos el aniversario de esta magnífica bebida y por ello, os contaremos las curiosidades, la historia, incluso la técnica para servir la cerveza perfecta. O al menos, como mandan los cerveceros.
Para entender la historia, tenemos que remontarnos años atrás. Y es que la primera prueba escrita se encontró en el pueblo sumerio, donde, sobre todo las mujeres, eran las encargadas de prepararla. Se dice que, en palabras de la diosa Ninkasi, eran las mujeres, las que se encargaban de elaborar pan de cebada especiado para luego dejarlo fermentar con agua en tinajas de agua. Después, unos expertos catadores lo probaban y bebían para valorar la calidad y el sabor.
A lo largo de la historia fueron muchos los tipos de cerveza que fueron surgiendo y las diferentes maneras de elaboración que fueron apareciendo. Hasta el siglo XX, donde a partir de los años 70, y especialmente los 90 hasta la actualidad, tomaron un talante distinto en cuanto al modo de concebir la cerveza, donde la diversidad y la calidad resurgieron en todo su esplendor. Pero fueron los norteamericanos los que viajaron hasta las culturas más tradicionales de la cerveza europea, para recrear los estilos por los que sentían fascinación. De esta forma nació una nueva forma de preparar cerveza y nuevas tendencias que recuperaron las cervezas más tradicionales y perdidas por el paso del tiempo.
En cuanto a la hora de prepararla, mucha gente afirma que tirar una buena caña está al alcance de unos pocos. Por suerte, aún quedan muchos profesionales con la destreza suficiente para servir una buena caña.
Pero si sois de los que preferís hacer las cosas vosotros mismos, os damos unos consejos para poder tirar la caña perfecta. Se trata de una serie de pasos que hay que seguir, y que varían un poco en función del origen de la cerveza, es decir, el barril o la botella. Eso sí, en ambos casos, una buena caña requiere de dos tiempos: uno para llenar la copa de cerveza y otro para crear la correcta espuma.
1. Elegir el recipiente adecuado
2. Refrescar la copa
3. Tirar la cerveza en 45º
4. Descartar el primer golpe de espuma
5. Corregir
Seguro que con este post habéis aprendido muchas cosas que no sabíais, pero si de verdad sois cerveceros, os recomendamos que además de esta información acudáis a algún sitio de elaboración artesanal. Seguro que allí os enseñarán el arte, tanto de hacerla, como de servirla. ¡Y además, mientras, podéis disfrutar de una buena cerveza artesana!