Con la llegada del invierno nos conviene tener en cuenta qué comemos para ayudar a nuestro organismo a ser más resistente.
Oficialmente estamos en invierno, aunque ya hace mucho tiempo que hace frío y dormimos con el edredón puesto, nunca va mal hacer un repaso rápido de lo que podemos comer para prevenir enfermedades en épocas en las que nuestro cuerpo está más sensible que nunca. Porque el frío no solo afecta a cómo vestimos ni a nuestra factura de luz, sino que nuestro cuerpo experimenta cambios en los niveles de energía, en el metabolismo o en los alimentos que le apetece.
¿Eres de los que hace más deporte para calentarse? ¿O quizás de los que un buen plato de cocido no puede sentarte mal con este frío? No estás solo. Lo más importante es no compensar el frío con una alimentación basado en calorías, sería lo mismo si en verano solo comiéramos helado.
Así que preparando la dieta para el invierno contaremos con los siguientes alimentos:
Verduras de raíz
Los productos locales pueden ser difíciles de encontrar cuando el frío inhibe el crecimiento de los cultivos. Pero los tubérculos como la remolacha, las zanahorias y los nabos pueden resistir el frío, por lo que los agricultores locales pueden proporcionar productos frescos, y que tú puedas aprovecharte de los beneficios. Una manera de hacerlo es preparando zanahorias asadas para un impulso de betacaroteno, o hervir nabos para las vitaminas C y A.
Harina de avena
La avena es mucho más que una comida de desayuno conveniente; también proporciona nutrientes que son esenciales durante el invierno. La avena es rica en zinc (importante para la función inmune adecuada) y fibra soluble (asociada con la salud del corazón). Aunque la avena instantánea es más conveniente, es un poco más cara. Para comer sano con un presupuesto limitado, puedes comprar avena convencional.
Sopa
La sopa es el alimento perfecto para el invierno, siempre que tenga los ingredientes adecuados: caldo, un poco de sal y algo de carne o pescado. Cocinar una sopa desde 0 no es difícil, busca la que más te apetezca. Hay de caldo de pollo, caldo de verduras o agua como base e incluye todas las verduras que quieras. Combina tu sopa con picatostes o algo de pan.
Pescado
Para una alternativa sorprendente a los alimentos reconfortantes típicos, a menudo cargados de grasa y azúcar, prueba con el pescado. Por ejemplo, el sushi. Elija rollos forrados con atún o salmón. Ambas son buenas fuentes de vitamina D. Durante los meses de invierno, cuando tiene una exposición limitada al sol, las fuentes alimenticias de la vitamina saludable para los huesos se vuelven aún más esenciales. La deficiencia de vitamina D se asocia con problemas de crecimiento, debilitamiento de los huesos e incluso el riesgo de enfermedades del corazón.
Brócoli y coliflor
Además de vacunarse contra la gripe y lavarse las manos regularmente, estos vegetales crucíferos pueden ser tu mejor defensa contra las enfermedades del invierno. El brócoli y la coliflor son ricos en vitamina C, que se asocia con una función inmune mejorada. Si no puedes encontrar versiones frescas, no te preocupe: el brócoli y la coliflor congelados son igual de nutritivos.
Aunque siendo sinceros, ojalá poder vivir el invierno a base de chocolate caliente y galletas.