Dicen las leyendas, que existe un lugar en Laponia en el que se fabrican los sueños de millones de niños. Un lugar en el que los deseos llegan en forma de carta y en el que un señor aguarda ansioso a la noche del 24 de diciembre para surcar el cielo y llenar los hogares de todo el mundo de ilusión y de magia.
Nicolás, Viejito Pascualero e incluso Papá Noel… son muchos los nombres que se le han dado al viejo Santa Claus. Pero, ¿qué hay detrás de su historia? ¿es cierta la leyenda? ¿quién le ayuda a cumplir los deseos? En el post de esta semana, descubriremos todo lo que hay detrás de una de las historias más mágicas que existen.
Hay leyendas que dicen que fue en Laponia donde empezó todo. Cuando una noche fría de invierno un matrimonio escuchó el llanto de un bebé. Al abrir la puerta, encontraron una cesta con un recién nacido que lloraba desconsolado. El matrimonio decidió dar un hogar y una familia a un pequeño Nicolás, que desde el primer día creció entre el amor y el cariño no solo de su familia, sino también de todo el pueblo. Así que cada año, la noche del 24 de diciembre, Nicolás recorría los hogares de todos los pueblerinos dejando en sus puertas un regalo de forma anónima, para mostrar su gratitud.
Hay otras leyendas que cuentan que todo comenzó allá por el siglo IV. Cuando en una ciudad de Turquía, un niño llamado Nicolás de Bari nació en un familia rica y acomodada. Siendo todavía niño, quedó huérfano por culpa de la peste y pasó a heredar toda la fortuna de su familia. Dicen que ya desde muy joven, el pequeño Nicolás destacaba por su bondad y su generosidad. Con tan solo 19 años, decidió dar toda su fortuna a los más necesitados. Unos años más tarde, cuando surcaba los mares junto a su tío, Nicolás perdió la vida entre las fuertes aguas y a partir de entonces, conmemorando su muerte, cada Navidad los pueblerinos se juntan para honrarle con todo tipo de festejos y regalos.
Pero para entender la imagen de Papá Noel, tenemos que volver a 1823, cuando el escritor inglés Clement Moore escribió el poema Una visita de San Nicolás, en el que Santa Claus surcaba los cielos acompañado de Cupido, Rudolph, Donner, Blitcher, Cometa, Brillante, Danzante, Centella y Zorro.
Años más tarde, los norteamericanos cambiaron su aspecto, a través de una conocida marca de refrescos, de la que se encargó al caricaturista Thomas Nast para dar una imagen más humana y cercana de Papá Noel. Así surgieron su traje rojo y botas negras que conocemos en la actualidad.
A día de hoy, cuenta la historia que Papá Noel vive en Laponia acompañado de la señora Noel y un grupo inmenso de duendes, que ayudan a fabricar los regalos que llegan la noche del 24 hasta nuestros hogares.
Pero os contaremos un secreto… como ya sabréis, nosotras las brujas tenemos información privilegiada y por eso ¡sabemos dónde encontrarle! Por eso si de verdad queréis conocer a Papá Noel, existe un lugar en el mágico círculo Polar Ártico llamado “Santa Claus Village” en Rovaniemi, Finlandia, donde podréis conocerle en persona. Solo se le puede visitar durante el mes de diciembre, pero os prometemos que será un viaje mágico que no olvidaréis jamás.