Nunca antes en la historia de la moda una pieza tan minúscula desató tan grandes controversias. Este 2019 el bikini cumple 73 años de historia. ¿Fue quizá por lo poco que tapaba o por lo mucho que sugería?
El caso es que cuando en 1946 Louis Réard quiso presentar el bikini, no encontró modelo profesional alguna que quisiera lucir la doble prenda. Y tuvo que recurrir a la bailarina estríper francesa, Micheline Bernardini, quien por entonces actuaba desnuda en el Casino de París, para que lo hiciera. Cuentan que Louis, ingeniero mecánico reconvertido a diseñador de ropa, comentó que el desfile iba «a ser una bomba más potente que la que unos días antes había explotado en el atolón de Bikini», durante las pruebas atómicas realizadas por EE.UU tras la posguerra en esa zona de las Islas Marshall, en el Océano Pacífico.
Foto | La Vanguardia
Había nacido «oficialmente» el bikini.
Bueno, un poquito antes, del 400 a.C. se han encontrado pinturas que muestran mujeres vistiendo un dos piezas para actividades atléticas. También en mosaicos de Sicilia fechados durante el bajo imperio romano se muestran hasta 10 mujeres con una prenda parecida a lo que actualmente conocemos como bikini.
Pero demos un salto en la Historia. El uso de un traje específico para bañarse no se produce hasta el siglo XVIII, ya que, durante siglos, el cristianismo criticó duramente nadar o bañarse al aire libre. De las primeras batas de baño de este siglo, vestidos holgados hasta los tobillos y con mangas anchas, hechos de lana o franela, y que no atentaban contra la moral ni el pudor, pasando por 1907, año en el que aparece un bañador ceñido sin mangas y de una sola pieza de la nadadora australiana Annette Kellerman, hasta las décadas de 1930 y 1940 no se empiezan a ver diseños más escotados, que dejaban más piel a la vista e incluso con el abdomen descubierto.
Gracias a Coco Chanel, hacia 1920 los trajes de baño se acortan y se convierten en bodies que cubren hasta la mitad del muslo, y se eliminan las faldas para que la piel pueda broncearse con el sol, algo que deja de considerarse como algo de clase baja.
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Y así hasta llegar al momento que has leído al principio de este post, cuando Louis Réard impresiona al público con su bikini moderno -porque dejaba totalmente descubierto el ombligo- y se lleva todos los honores en cuanto a la creación. En los primeros años luchó por convencer a la sociedad de que su uso no era algo vulgar, pero las ventas no fueron importantes. Incluso su uso estuvo prohibido en zonas de Francia, en España, Bélgica, Italia, Portugal, Australia y partes de USA.
Durante la década de los 50 del siglo pasado siguió desatando polémica a pesar de su escaso uso. Por ejemplo, en 1950 el Papa Pío XII condenó como pecaminosa la coronación, en bikini por primera vez, de una Miss Mundo, la sueca Kiki Hakansson.
La mismísima Esther Williams, nadadora, musa y actriz de los musicales acuáticos de Hollywood, llegó a comentar: «Un bikini es un acto irreflexivo».
Las actrices Brigitte Bardot, Anita Ekberg y Sofía Loren proporcionaron la visibilidad definitiva a la prenda especialmente en Europa al ser fotografiadas en las playas de Cannes y Venecia durante sus festivales de Cine. Contribuyeron de esta manera a que se autorizara su uso y fomentaron su popularidad. Mientras, se mantenía un debate de centímetros entre los diseñadores de EE.UU y los europeos, sobre si la parte inferior de la prenda debía cubrir o no el ombligo.
Foto | WMagazine
Pero fue Úrsula Andress en 1962 con la mítica escena de su salida del agua con un bikini blanco en la película Dr. No de la serie de James Bond la que dio a la prenda su normalización definitiva en la gran pantalla y Raquel Welch con su aparición en 1965 en la revista Life. También es en esta década cuando los movimientos feministas contribuyen definitivamente a avanzar en la libertad de las mujeres por mostrar su cuerpo.
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Foto | Globalnoticias
En el ámbito social, su introducción en las playas de nuestras costas fue un poco más lento, ya que su uso estuvo prohibido en todo el territorio, implicaba multa y detención. Son 3 las ciudades que se disputaron «el honor» de haber sido las primeras en permitir su uso en la España del General Franco: Benidorm con su alcalde de entonces Pedro Zaragoza que viajó a Madrid para pedir su autorización con el fin de promover el turismo de la ciudad, Marbella y Santander (ciudad de la que datan las primeras fotos en 1948). Y las primeras mujeres en lucirlo fueron de nacionalidad francesa.
A finales de los 60 será cuando se haga más popular en nuestro país. En estos años, aparece también el concepto topless, surge la lycra y se convierte en el material estrella de las prendas de moda baño. Y será a partir de 1970 cuando se asiente como prenda preferida para tomar el sol y el baño en las playas por las mujeres.
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Desde entonces, según los dictados de la moda, las mujeres usan bikini unas temporadas más que otras. De inmoral, indecente o vulgar ha pasado a convertirse en un básico. Y aunque en algunas zonas del mundo siga generando controversia, como por ejemplo el burkini, confiemos en que siga cumpliendo muchos muchos años.