El té, es una infusión extraída de la planta que recibe el mismo nombre y que podríamos decir sin miedo a equivocarnos que es más famosa que los Beatles. De hecho, su popularidad a lo largo y ancho del mundo solo es superada por el agua.
El 21 de mayo celebramos su día, el Día Internacional del Té. La idea de celebrar el día de esta planta surgió en la India con el objetivo de fomentar el desarrollo de la industria del té y proteger los derechos de las personas que se dedican a trabajarlo.
Además, es una ocasión perfecta para recordar a sus consumidores que con su consumo responsable no solo apoyan una mejora de derechos en una industria gigante que en el mundo genera muchos puestos de trabajo, sino que también contribuyen a una mejora del medio ambiente y la sostenibilidad.
Porque ojo a este dato, las plantaciones de té son uno de los principales pulmones para el mundo.
Antes de empezar con los tipos de té y sus beneficios para la salud hay que decir que existen muchísimos tipos de té. En este post trataremos algunos, los más populares.
Muchos de ellos comparten propiedades y beneficios comunes, pero también poseen algunas diferencias.
Así que… ¡vamos a verlas!
Tipos de té: propiedades y beneficios para la salud.
El dominio del té dentro de las diferentes culturas del mundo viene de lejos. En la parte más oriental del planeta, el té empezó a usarse hace miles de años. Su sabor y sus propiedades curativas pronto le llevaron a la fama y los viajeros del mundo de épocas pasadas empezaron a moverlo hasta extenderlo por todo el planeta.
Conoce hoy las variedades más extendidas de esta popular planta y ¡pruébalas!
Té verde
El té verde se elabora con las hojas de la planta del té sin fermentar, dejándolas secar y sometiéndolas a un tratamiento de calor.
-Dentro de los tipos de tés, el verde es de los más bajos en teína.
-Tiene vitaminas A, C y E y es rico en minerales.
-Es antioxidante y fortalece la memoria.
-Reduce el estrés.
-Previene enfermedades cardiovasculares y estimula el sistema inmune.
-Reduce los síntomas de las alergias.
-Previene la artritis.
-Ayuda a bajar el colesterol y fortalece los huesos.
Té rojo.
Conocido en muchas zonas del mundo como el té de los emperadores, esta variedad se descubrió de manera casual en un intento por alargar la conservación del té verde.
-Es perfecto para dietas que pretenden cuidar el hígado.
-Es antioxidante y favorece las digestiones.
-Aliado contra el colesterol.
-Muy bueno para la pérdida de peso.
-Potenciador del sistema inmune.
Té negro.
Con un alto contenido en cafeína, el té negro mantendría despierto al más perezoso. Sus niveles de oxidación son altos, lo que hace que su sabor sea más fuerte y no apto para todos los paladares.
-Ayuda a mantener la atención y es bueno para estar activo.
-Mejora la circulación sanguínea.
-Es un buen apoyo para el sistema inmune.
-Muy bueno para la piel. ¿Liftings? ¡Mejor tira del buen té negro!
-Estimula el metabolismo y la memoria.
¿Algún consejo de cómo preparar el té?
¡Aquí van los más importantes!
1- La temperatura: ¡Punto clave!
En el dominio de la temperatura está el secreto para que el té se quede en su punto y no se convierta en un caldo amargo sacado de las llamas del infierno.
El sabor amargo es el resultado de la exposición de las hojas de té a temperaturas muy altas.
Así que lo ideal es que al preparar el té el agua no llegue a hervir. ¡He aquí un secreto milenario! Para ti.
2- La temperatura del agua es importante, el tiempo de preparación ¡también!
Cada variedad de té tiene su propio tiempo, pero en las más comunes lo mejor es que el tiempo de preparación no supere los 4 minutos.
3- Mide las cantidades.
Con los tés que ya vienen listos para su consumo este consejo no es necesario.
Pero si eres tú quien prepara la infusión; no sobrecargues el filtro.
4- Calienta la taza antes.
En realidad este consejo ya es para los muy, muy, muy detallistas. ¿Es necesario? No. ¿Mejora el sabor? Los expertos dicen… ¡que sí!
El té lleva entre civilizaciones milenios. Su fama es indiscutible y para que su impacto en el mundo sea positivo se necesitan días como este.
¡Larga vida al té!