Cada año el 1 de mayo, personas de todo el mundo salen a las calles para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores, o el Día de Mayo.
En numerosos países, el Primero de Mayo es una fiesta oficial y para los defensores de los derechos laborales es particularmente importante.
El día conmemora las luchas laborales pasadas contra una serie de violaciones de los derechos de los trabajadores, incluidas largas jornadas y semanas de trabajo, malas condiciones y trabajo infantil.
El origen surge a finales del siglo XIX cuando los socialistas, comunistas y sindicalistas eligieron el 1 de mayo para convertirlo en el Día Internacional de los Trabajadores.
La fecha fue simbólica, conmemorando el asunto de Haymarket, que tuvo lugar en Chicago, en los Estados Unidos, en 1886.
Durante años, la clase trabajadora, a menudo obligada a trabajar hasta 16 horas al día en condiciones inseguras, había estado luchando por un día laboral de ocho horas.
Hasta que en octubre de 1884, la Federación de Sindicatos Organizados y Sindicatos decidió que el 1 de mayo de 1886 marcaría el primer día en que entraría en vigencia una jornada laboral de ocho horas.
En estos tiempos que corren, hoy es un día especial en el que nos acordamos de los trabajadores que más importan, como cada día a las 8, rendimos un pequeño homenaje aplaudiendo desde nuestras casas a los sanitarios, personas de la limpieza, basureros, científicos… Y todos esos profesionales que han seguido al pie del cañón durante estas circunstancias tan difíciles mientras los demás “solo” teníamos que quedarnos en casa.
Por ese motivo en un día como hoy nos parece muy acertado poner en valor el trabajo de todas estas personas que han conseguido frenar una pandemia mundial.
Con estas nuevas circunstancias han cambiado muchas cosas, desde la forma en la que socializamos hasta la forma en la que trabajamos y algo que pensábamos que no se podía hacer, se está haciendo: el teletrabajo.
La clave para trabajar desde casa es un balance entre una comunicación clara con tu equipo y saber exactamente lo que se espera de ti.
Empresas grandes y pequeñas de todo el mundo han comenzado a implementar esquemas de trabajo remoto obligatorios para promover el distanciamiento social para detener la propagación de Covid-19.
La mayoría de las personas trabajan cerca de su equipo, lo que significa que la comunicación es fácil y sin esfuerzo. Pero eso no ocurre cuando teletrabajamos porque la comunicación no es tan fluida y más si no solemos teletrabajar. Así que muchas empresas se han visto obligados a implementar esta medida más rápido de lo que les hubiera gustado.
El año pasado, un estudio de 2.500 de personas que trabajan desde casa descubrió que la soledad era el segundo desafío más importante, experimentado por el 19% de los encuestados. La soledad puede hacer que las personas se sientan menos motivadas y menos productivas.
Fuente: https://buffer.com/
Por eso, creemos en las recomendaciones para evitar que esto ocurra. Por ejemplo, el hecho de que puedas trabajar en pijama no significa que realmente debas hacerlo. Dúchate y vístete. Trátalo como un trabajo real. Si no tienes una oficina en casa, haz todo lo que puedas para crear un espacio ad hoc y personalizado exclusivamente para el trabajo.
Esto también sirve como una señal importante para quienes viven contigo de que estás «en el trabajo”.
El teletrabajo tiene muchas ventajas, como olvidarte de los tuppers, pero también inconvenientes. Lo importante es encontrar un equilibrio para hacerlo con ganas e ilusión (y que se respeten los horarios).